La organización Mundial de la Salud define droga como “cualquier sustancia natural o sintética que, introducida en un organismo, sea capaz de modificar una o más de sus funciones”.
Existen drogas legales e ilegales: las legales son aquellos fármacos que son prescritos por los médicos, además del tabaco y el alcohol (que tienen gran poder adictivo). Las ilegales son aquellas penalizadas por la ley, como la marihuana, la cocaína, el éxtasis, etc.En este sentido se han planteado tres conceptos relevantes en relación con el consumo de drogas:
- El uso de drogas: definido como el empleo de la sustancia bajo prescripción médica o bien el consumo dentro de los cánones tolerados por los patrones socioculturales.
Esta forma de consumo habitualmente no genera consecuencias negativas, ya que es posible que una persona utilice ciertas drogas sin que llegue a depender de ellas, o a tener problemas inmediatos debido al consumo.
Sin embargo, generalmente el uso habitual de drogas origina situaciones conflictivas y, si el consumo de la sustancia es mayor a lo prescrito o tolerado por los patrones socioculturales del grupo de pertenencia, podemos hablar de abuso de drogas.
- Cuando existe un abuso de drogas la persona compromete su salud o tiene dificultades para funcionar como lo hacía antes de usar drogas.
Los individuos que abusan de las drogas sufren un progresivo y grave compromiso individual, familiar y social, presentan problemas legales, un mayor uso de los servicios de salud, ausentismo laboral, etcétera.
Sin embargo existen drogas cuya utilización conlleva tantos daños inmediatos en el organismo, que cualquier forma de consumo es considerada abuso (por ejemplo la pasta base).
El abuso es una etapa previa a la dependencia a drogas. En esta etapa, luego de un período de abstinencia, es posible retornar al uso moderado y controlado de algunas sustancias (cuando existe para ellas un nivel de uso normal), como en el caso del alcohol y las benzodiazepinas.Sin embargo hay sustancias con un alto poder adictivo que generan una dependencia muy rápida, para las cuales prácticamente no hay período de abuso (por ejemplo la pasta base de cocaína) ya que se desarrolla casi inmediatamente una dependencia.
- La dependencia a drogas se caracteriza por una disminución general del efecto de la sustancia en el organismo, con la misma dosis; de manera que el consumidor debe aumentar la cantidad o la frecuencia del consumo para conseguir la sensación deseada; de esta forma se ingresa al cuerpo cada vez una mayor cantidad de droga.
Se ha planteado la existencia de factores hereditarios o de predisposición biológica en el abuso o adicción de sustancias, encontrándose que el riesgo de desarrollar una dependencia en familiares de primer grado (padres o hijos) de personas adictas es 4 veces superior al de la población general.
Por otra parte, existen características de personalidad y otros factores biológicos (nivel de impulsividad, presencia de trastornos depresivos o ansiosos, enfermedades médicas, personalidad limítrofe y/o antisocial, familia con antecedentes de desórdenes psiquiátricos) que también se relacionan con la tendencia al consumo compulsivo de drogas.
Finalmente, el DSM IV (Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales) identifica 11 grupos de sustancias psicoactivas capaces de producir abuso y dependencia:
- Alcohol
- Anfetaminas (simpaticomiméticos)
- Alucinógenos (LSD, mescalina)
- Cafeína
- Cannabis (marihuana)
- Cocaína
- Fenilciclidina (PCP)
- Inhalantes (hidrocarburos. solventes, cloruro de etilo)
- Nicotina
- Opiáceos (naturales: morfina, semi sintéticos: heroína, sintéticos: codeína)
- Sedantes, hipnóticos o ansiolíticos (benzodiazepinas y barbitúricos)
Autor: Psicóloga Bárbara Serra Wilkens
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