En medio de un escenario donde los trastornos del ánimo y la ansiedad afectan a un número creciente de niños, niñas y adolescentes, el deporte y las artes emergen como aliados poderosos en la promoción de la Salud Mental. Estas actividades no solo ofrecen espacios de recreación, sino que también cumplen funciones terapéuticas, sociales y emocionales que pueden marcar una diferencia significativa en el bienestar de los jóvenes.
El ejercicio físico regular ha demostrado ser una herramienta eficaz para reducir los síntomas de ansiedad y depresión. A través del deporte, los adolescentes liberan tensiones, mejoran su autoestima y aprenden habilidades como la disciplina, el trabajo en equipo y la resiliencia. Por otro lado, las artes —ya sea la música, la danza, el teatro o las artes visuales— permiten canalizar emociones, explorar la identidad y fomentar la creatividad, aspectos fundamentales en el desarrollo psicoemocional.
Alejandra Rojas, psicóloga de Grupo Cetep señala al respecto: “Impulsar el deporte y las actividades artísticas en la infancia y adolescencia es fundamental para el desarrollo integral. Estos espacios no solo promueven la salud física, sino también el bienestar emocional, social y cognitivo, sumado a esto, también son un aporte para el desarrollo de intereses y pasatiempos futuro para compartir con pares.”
El Ministerio de Salud ha incorporado el deporte como un eje estratégico en el Plan Nacional de Salud Mental 2021-2030, reconociendo el impacto positivo de la actividad física en el bienestar mental. Esto refuerza la importancia de que integrar estas prácticas en los entornos escolares, comunitarios y familiares es esencial para el bienestar en niños, niñas y adolescentes.
Para fomentar el acceso y el impacto positivo del deporte y las artes en la salud mental infanto-juvenil, aquí van algunos consejos:
- Ofrece variedad de opciones: No todos los adolescentes se sienten cómodos con cualquier deporte o actividad. Explorar distintas disciplinas permite que cada uno encuentre su espacio.
- Evita la presión por el rendimiento: El objetivo no es competir, sino disfrutar, expresarse y sentirse bien. Valora el proceso más que los resultados.
- Involúcrate como adulto: Participar, acompañar y mostrar interés en estas actividades fortalece el vínculo y motiva a los jóvenes.
- Reconoce el valor emocional: Un dibujo, una canción o una rutina deportiva pueden ser formas de decir lo que no se expresa con palabras.
- Promueve espacios seguros: Asegúrate de que los entornos donde se practican estas actividades sean inclusivos, respetuosos y libres de bullying.
En Grupo Cetep tenemos un enfoque interdisciplinario que reconoce que el bienestar emocional no se construye solo en la consulta, sino también en el juego, la creación y el movimiento. El deporte y las artes no son un lujo, sino una necesidad. Son lenguajes que permiten a los jóvenes conectar consigo mismos y con el mundo, y que pueden ser claves para prevenir, acompañar y sanar.