¿Cómo tratar la depresión?

El Trastorno Depresivo es una enfermedad que compromete profundamente el bienestar físico y psicológico de una persona. Sin tratamiento la enfermedad tiende a repercutir en casi todas las áreas de la vida.

• • • Problemas familiares: los síntomas de la depresión van deteriorando la convivencia en el día a día. Si bien la familia puede dar apoyo y comprensión, hay un desgaste emocional fuerte. Esto puede ir generando conflictos, llegando incluso a rupturas familiares.
    • Problemas escolares y laborales: la apatía, la irritabilidad, los problemas de concentración y memoria y la tendencia a aislarse, hacen que la persona disminuya drásticamente su rendimiento laboral y escolar. Cuando esto lleva a fracasos escolares o despidos, los sentimientos depresivos aumentan, formándose un circulo vicioso.

Sin tratamiento, aumenta el riesgo de que el pronóstico sea peor, ya que las personas que han sufrido de depresión están más susceptibles a enfermar nuevamente. Mientras más avanza la enfermedad, los episodios aparecen más seguidos y los medicamentos tienen menor efecto.

A veces la depresión puede provocar otras complicaciones psiquiátricas. De ser así, hay que tratar ambos.

• Abuso de alcohol o drogas: es frecuente que acompañe las depresiones. Cuando esto ocurre, las hospitalizaciones son más frecuentes y la adherencia al tratamiento más complicado.
• Trastornos de Ansiedad: Entre un 45 y un 90% de los pacientes con Trastornos Depresivos tienen síntomas significativos de ansiedad, incidiendo también en el pronóstico y recuperación social.

Todas estas complicaciones pueden evitarse con un tratamiento médico oportuno.

¿En qué consiste su tratamiento?

El manejo de los Trastornos Depresivos debe integrar tratamiento farmacológico, psicoterapia y educación al paciente y sus cercanos para el manejo de la enfermedad.

Tratamiento con Medicamentos

El tratamiento tiene distintas etapas:

• Fase aguda: En las primeras 6 a 12 semanas se logra aliviar los síntomas principales.
• Fase de continuación: dura 4 a 9 meses después de la mejora sintomática. Se busca limpiar totalmente los síntomas y evitar recaídas. .
• Fase de mantención: en pacientes con mayor riesgo de recaídas, se plantean tratamientos de largo plazo (sobre un año) ya que previene la reaparición.

Los medicamentos antidepresivos permiten que los síntomas desaparezcan progresivamente. También lo protegen de tener recaídas. Su médico puede darle además ansiolíticos si presenta insomnio o ansiedad excesiva.

Es importante tener en cuenta:

• Tomar el medicamento en forma aislada no tiene ningún efecto. Cuando usted lo toma a diario, el medicamento se acumula en su cuerpo logrando el efecto deseado.
• El medicamento tiene un efecto individual en cada persona. Por eso es tan importante que usted tenga una relación de colaboración hasta que el logre ajustar los medicamentos como un traje a la medida.
• Los anti-depresivos no generan adicción. No es riesgoso mantenerlos prolongadamente.
• A veces los medicamentos presentan efectos que no son deseados. Hay que darle un tiempo al cuerpo para que se acostumbre. Si esto no ocurre, informe a su médico.
• Si usted interrumpe el medicamento genera un desequilibrio químico en su cuerpo, gatillando una crisis. Su médico le indicará como dejar el tratamiento, llegado el momento.

Psicoterapia

Identificar qué nos ha llevado a un estado depresivo es fundamental. La psicoterapia puede ayudar a mejorar la autoestima, aceptar situaciones dolorosas que la vida nos ha traído o reformular nuestro proyecto de vida de una manera más satisfactoria.

Recomendaciones CETEP

Conozca algunas medidas simples que le ayudarán a optimizar el resultado de su tratamiento

• Infórmese acerca de su enfermedad y su tratamiento.
• Aprenda a reconocer futuros episodios de depresión a tiempo. Si usted le informa a su médico a penas aparecen los primeros signos de la depresión el médico puede ayudarlo a evitar una recaída.
• Mantenga su tratamiento: Es común la tentación de abandonar los fármacos cuando uno se siente mejor, especialmente si tiene efectos secundarios y son caros. No lo haga: pone en riesgo todo lo que ha logrado.
• Precauciones: Si desea embarazarse o tiene un problema médico que interfiera con el tratamiento, hable con su médico. Él le indicará como suspender los fármacos.
• Aprenda a manejar el estrés: si usted es vulnerable a generar depresiones frente a situaciones complejas. La terapia lo ayudará a lograrlo.
• No utilice alcohol o drogas ilícitas: estos productos químicos pueden comprometer gravemente su salud al interactuar con el tratamiento que usted recibe. También es recomendable que disminuya el uso de cafeína y otros estimulantes suaves, ya que pueden producir un aumento de los síntomas de ansiedad.
• Consulte a su médico si debe consumir fármacos por otras patologías, ya que podrían existir interacciones con su tratamiento.

¿Cómo pueden colaborar con el tratamiento la familia y los amigos?

• Infórmese acerca de la enfermedad del paciente. Conocer la enfermedad le va a permitir ser más comprensivo.
• Aprenda a reconocer los signos iniciales de una recaída, para así consultar al médico a también y poder prevenirla.
• Aprenda a reconocer las señales de riesgo: tome seriamente cualquier amenaza que la persona haga. Si la persona está «terminando» sus asuntos, despidiéndose, hablando acerca del suicidio, discutiendo métodos a seguir o nota en él desesperación, intervenga y busque ayuda de su psiquiatra.
• Motive al paciente a mantener el tratamiento.
• Sea empático: Intente ser tan cariñoso y paciente como sea posible, ya que ésta es la mejor manera de ayudar a su ser querido. Pedir a alguien que “mejore su ánimo con fuerza de voluntad”, no ayuda y sólo produce rabia, ansiedad y frustración en la personan En cambio, hay que alabar cualquier esfuerzo exitoso de progreso en el tratamiento.

Autora: Dra. Claudia Barrera Renault

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