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¿Qué es el Síndrome Post-Vacacional?

Experiencia

Las deseadas vacaciones constituyen una oportunidad única de cambiar de actividad, explorar, compartir y por supuesto descansar. Si bien parecen ser sólo emociones positivas las que emergen de esta actividad, no siempre son así .Miles de personas regresan a sus puestos de trabajo por estos días y para la mayoría de ellos será difícil conciliar de nuevo la rutina.

La fatiga, la somnolencia, los dolores musculares y la falta de concentración son algunos de los síntomas físicos que se manifiestan en los primero días de incorporación al trabajo. Inclusive, algunos sienten taquicardia, sensación de ahogo, tensión, dolores musculares y problemas de estómago.

Psicológicamente se observa también nerviosismo, tristeza, ideas de ruina e irritabilidad, etc. En general, son pocas las personas que regresan al trabajo con energías y ganas de retomar la cotidiana jornada laboral. Cuando se dan estos síntomas, se suele decir que son víctimas del  síndrome postvacacional, que afecta en su mayoría a  los adultos jóvenes entre 25 y 40 años. Aunque no está aceptada como enfermedad en las principales clasificaciones internacionales, se le está dando cada vez mayor importancia. Algunos autores piensan que ésta es simplemente una situación transitoria que desaparece cuando la persona transita el proceso de adaptación a la nueva situación. Por ejemplo, volver al trabajo y las rutinas diarias en el caso de los adultos y en el caso de los niños, volver al colegio.

La causa principal de este síndrome es el cambio en el ritmo diario, la alteración del reloj biológico. Durante las vacaciones el ritmo de vida sufre un cambio significativo. En general, nos acostamos más tarde y lo mismo ocurre con la hora de levantarnos. Hay un desorden total en nuestros hábitos y nuestra rutina. La alimentación varía como también nuestra actividad social.

La vuelta a la vida de todos los días significa un cambio brusco para nuestro organismo. Si a esto le agregamos la falta de motivación en el trabajo o a las actividades que se deben emprender al regreso, la vivencia subjetiva puede ser muy negativa. La combinación de ambas situaciones puede dar lugar al síndrome post- vacacional.

Por esta razón es que no siempre este descanso estival es pura felicidad y alegría. Los síntomas aparecen ante la dificultad de adaptarnos, se rompe la rutina, y tenemos que parar el ritmo agitado y sin descansos de la vida laboral.

Por otra parte, existe la presión de tener unas vacaciones perfectas e inolvidables y a sabiendas que hay  limitaciones financieras y muchas familias se endeudan más allá de lo necesario provocando mayor presión para cuando llegue marzo.

Actualmente, el temor de perder el empleo impide la desconexión total, menos ahora con las nuevas tecnologías que permiten estar todo el tiempo disponible en línea. Es así, como muchas personas no conciben la posibilidad de dejar sus computadores en casa, menos aún apagar los celulares.

Frecuentemente existe también en los trabajadores la sensación de culpabilidad de tomar vacaciones y abandonar el buque, y no son pocos los jefes que tampoco respetan este tiempo de descanso.

Así como  nos sentimos culpables de dormir, tampoco debemos hacerlo con nuestras merecidas vacaciones. Son absolutamente necesarias e importantes para la salud y futura productividad de la persona.

Recomendaciones para la readaptación

Los expertos en salud mental indican que es aconsejable que unos días antes de volver al trabajo se vaya restableciendo la rutina de sueño y labores cotidianas para llegar al puesto de trabajo mejor adaptado.

Es importante es reflexionar y ver el trabajo con optimismo, de forma positiva, como algo gratificante en el sentido, que uno hace lo que le gusta y que gracias a él puede tener ingresos, pertenecer a una institución y a un grupo humano que lo acoge.

Para ayudar a establecer los horarios y mantener el buen ánimo es importante tomarse con calma las primeras jornadas. El primer día revise su agenda, ordene y organice sus trabajos para ir aumentando progresivamente la intensidad de las labores a lo largo de la semana y evitar saturarse. Además, busque actividades que sean gratificantes como el descanso, salidas recreativas con la familia en el primer fin de semana, algo que le permita tener un equilibrio entre trabajo y necesidades.

Si los síntomas descritos al comienzo persisten en el tiempo, especialmente problemas de ansiedad e insomnio se debe consultar a un especialista.

Dra. Carolina Labbé, médico psiquiatra 

En nuestro Centro de Atención Clínica encontrará a los mejores profesionales. Puede reservar o realizar consultas en los teléfonos 22784 0838 / 22784 0839 o al mail contacto@cetep.cl

Artículo publicado en el sitio web de Radio Agricultura