El Día Mundial de la Salud Mental se conmemora todos los 10 de octubre, con una campaña que busca concentrar la atención mundial en la identificación, tratamiento y prevención de algún trastorno emocional o de conducta destacado para ese año. Y en 2014 el tema a abordar es la esquizofrenia.
La esquizofrenia es una enfermedad que afecta la percepción que se tiene del entorno, así como los pensamientos, emociones y conducta, repercutiendo de manera global en la vida de quien la porta y de sus cercanos.
La esquizofrenia afecta a 1 de cada 100 personas. Aparece por igual en hombres y mujeres, Sin embargo, en los hombres el inicio es más precoz, el cuadro clínico suele ser más grave y con más frecuencia requieren ser hospitalizados. En promedio la edad de comienzo de la enfermedad en los hombres va entre los 15 y los 25 años; en cambio en las mujeres suele ser entre los 25 y los 35 años.
Esta enfermedad afecta cerca de 26 millones de personas alrededor del mundo. Y a pesar de ser tratable, más del 50% de las personas no accede al tratamiento adecuado, y el 90% de aquellos que tienen esquizofrenia y no son tratados viven en países en vías de desarrollo.
En la actualidad existen nuevos tratamientos que han contribuido a mejorar el pronóstico de la enfermedad y con ello se ha logrado disminuir la necesidad de hospitalizaciones, mantener un adecuado nivel de funcionamiento y una mayor integración social del paciente, mejorando su calidad de vida consistentemente.
Sin embargo, por las características propias de la enfermedad, la esquizofrenia puede fomentar conductas estigmatizantes en la sociedad. La discriminación de las personas con enfermedad mental está todavía presente en nuestra sociedad. El estigma asociado a una enfermedad mental grave como la esquizofrenia también afecta a los familiares de las personas con esquizofrenia.
Aunque existe una tendencia por parte de las familias de negación del estigma, posibles sentimientos de vergüenza llevan a las personas con esquizofrenia y a sus familiares a un gran aislamiento. Eliminar el estigma es una prioridad para mejorar su calidad de vida y darles a estas personas la oportunidad de alcanzar una existencia plena “viviendo con esquizofrenia”.
En Chile
En nuestro país la estigmatización hacia quienes sufren esquizofrenia también es muy fuerte, principalmente porque suele asociarse a estratos sociales más bajos. Debido a esto, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, la ministra de Salud Helia Molina, destacó los avances en esta materia, «creando 15 centros de salud mental más en el ámbito comunitario, familiar». Agregó además que «por primera vez Chile tiene presupuesto para abordar el tema del suicidio en los adolescentes, que es un tema creciente».
Actualmente, el presupuesto en Chile para la salud mental es de un 2,6%, muy lejos del 5% recomendado por la Organización Mundial de la Salud. La secretaria de Estado indicó que «estamos avanzando. Hay brechas importantes, que significativamente tenemos que abordar más rápido, como el problema de la infancia, porque es un periodo que influye en todo el resto del ciclo vital».
Finalmente, la titular de Salud apoyó la idea de impulsar una ley de Salud Mental. Al respecto señaló “vamos a tener que empujar y hacer la abogacía suficiente para sacar adelante una ley que respalde todo el marco conceptual de la Salud Mental, desde lo banal hasta la discapacidad, para poder hacernos cargo” y agregó que este nuevo marco normativo debe asegurar parte del presupuesto a la nación, que sea intersectorial “ donde se incluyan a los pacientes de salud mental que tienen ya ciertos niveles de necesidades especiales».
