Llega el verano, una estación del año que tradicionalmente se une a la palabra vacaciones. Sin embargo, no todas las personas pueden tomarse un descanso, ya sea porque se cambiaron recientemente de trabajo, por falta de dinero, o por otras razones que hacen que las vacaciones están más lejos que nunca.
En la mayoría de los casos el cansancio físico y psicológico que provoca no tomar un tiempo para recargar las pilas, puede generar resentimiento hacia esta época del año.
Para evitar que este tipo de sentimientos se apoderen de quienes no pueden vacacionar, a continuación, dejamos una serie de consejos para sobrevivir a esta época, aunque no tengamos la oportunidad de tomarnos unos días para dejar nuestras labores de lado.
En el trabajo:
- Hay menos tráfico, por lo que decimos adiós a las horas punta que nos tienen atrapados durante el año. De la misma forma, el transporte público va más vacío, por lo que cuesta menos encontrar un sitio en el autobús o el metro para ir más cómodo.
- Aprovecha y haz las cosas a tu ritmo, marcando tus prioridades, organizándote a tu manera, rompiendo las rutinas que nos marca el día a día.
- Con las vacaciones también baja el número de reuniones, el número de llamadas, el número de correos electrónicos. Podemos planificar y realizar ese proyecto que nunca tenemos tiempo de hacer. Tiempo para innovar, para probar, para ensayar. Es el momento para intentar todo aquello que muchas veces hemos iniciado pero que nunca hemos finalizado.
- Puede transformarse en una buena oportunidad para planificar tomar vacaciones en temporada baja, donde todo es más barato y existe mayor disponibilidad de hoteles y servicios. Enfócate en que es un buen momento para ver oportunidades, no tiene que ser un sacrificio.
En tu tiempo libre:
- Realicemos actividades que nos desconecten del trabajo: Caminar en un parque, ir a la piscina, salir a andar en bicicleta, son buenas técnicas para cambiar switch y olvidar por un rato todas las tareas que tenemos que hacer en el trabajo. Las tardes son ideales para hacer actividades al aire libre.
- Las responsabilidades no deben ser sinónimo de pasarlo mal, por eso alegremos un poco nuestra salida diaria del trabajo, juntándonos con compañeros de trabajo que estén en la misma situación a conversar en algún lugar que nos saque de la rutina.
- Ir al gimnasio nos ayudará a mejorar nuestro estado físico, además despejará nuestra mente y hará que ocupemos nuestro tiempo en algo productivo.
- El verano es sinónimo de entretención, y no porque estemos trabajando debemos privarnos de eso. Por eso, tratemos de hacer cosas con nuestros amigos, como ir al cine, ir a comer o simplemente pasar la tarde juntos hablando de la vida.
- Leer es una buena terapia de relajación, que se puede practicar en cualquier lugar. Si eliges un buen libro, puede que nuestro verano se pase más rápido de lo que creemos.
Por último, ¡aprovechemos el tiempo! No nos dejemos vencer por la apatía, el pesimismo, o la resignación. Cualquier situación, si sabemos cómo afrontarla, puede convertirse en una oportunidad. Así que no nos quedemos en lamentos y saca el máximo partido a nuestro verano sin vacaciones.
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