Estudios de Medicina efectuados en la Universidad Católica de Chile. Post Grado en el Instituto Pasteur de París. Representante de la Clínica Mayo (EE.UU.) para Latinoamérica entre 1992 – 2002. Secretario Ejecutivo de la Asociación Latinoamericana de Laboratorios Clínicos (2008 hasta la actualidad). Director Médico de la Corporación de Salud La Araucana y autor de numerosos libros, artículos y colaboraciones sobre temas médicos, que lo han llevado alrededor del mundo dando conferencias. Sin embargo, el Dr. Ivo Sapunar no se considera una eminencia sino “una persona muy trabajadora”.
El Dr. Sapunar se ha dedicado por muchos años a desarrollar programas de autocuidado para los colaboradores al interior de las empresas, y comenta que su primer trabajo en esta área fue “en el año 1958, cuando fui contratado por ENAP para desarrollar el tema del autocuidado y la alimentación saludable”. Relata que en su primer viaje a Punta Arenas, su misión fue reducir las calorías que consumían los trabajadores de “7 mil diarias a 3.500. Yo los acompañé a ver lo que comían y al desayuno eran cinco chuletas de cordero fritas, mucho fiambre tipo mortadela, un pote de mantequilla, una batea de huevos revueltos y efectivamente consumían 7 mil calorías. De ahí en adelante, durante 25 años, fui desarrollando un plan de exámenes preventivos de todas los trabajadores y dentro de estos exámenes preventivos, existía incluso una biopsia de hígado, con la cual se descubrió que habían 17 evangélicos con hígado graso, que en esa época se consideraban alcohólicos, pero ellos no lo eran porque quienes profesan esta religión no beben alcohol y entonces se presumió que se debía al trabajo que desarrollaban, cuando finalmente se descubrió que se debía a la mala alimentación que tenían”
“Entonces al hacer esto en la ENAP, la ENAMI, Codelco, todos me fueron pidiendo colaboración y yo asesoré de esta forma a toda la gran minería, La Escondida en Antofagasta, La Disputada, Codelco y desarrollé en conjunto con esto un plan de control de alcohol y drogas y se fue extendiendo, se fue generando una especie de marca, hasta que finalmente La Araucana hace seis años atrás me contrató justamente para que desarrollara lo mismo: el autocuidado, la salud, la alimentación saludable, y esto lo hemos hecho con muchas empresas grandes, como Tur Bus, Cencosud, Líder, etc.”
¿De qué le sirve tener un programa de autocuidado a las empresas?
Al ir adquiriendo cada vez más experiencia, uno se va dando cuenta de cómo es mejor abordar prácticamente este tema. Así he llegado a empresas donde gastaban millones en exámenes y reducirles el presupuesto a la mitad o a un tercio. ¿Por qué? Porque aquí tienes que ver qué es lo más transcendente, que es más importante masivamente y, por ejemplo, mediante exámenes hago detectar aquellas enfermedades de las que se está muriendo la gente ahora, como infartos y derrames cerebrales, de cáncer. ¿Cómo se originan estas enfermedades? A través de la obesidad, de la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol alto. Entonces yo enfoco los exámenes para rescatar a los miles de personas que se están muriendo de esto. Al lado de esto hay un esquema que se encuentra en las empresas donde a las personas le hacen scanner cerebrales, resonancia orgánica, le hacen una serie de exámenes buscando aquella persona que tiene un tumor, por ejemplo, que es uno en 20 mil trabajadores. ¿Qué plan escojo? El primero, donde rescato a miles de personas.
¿Por qué desarrollar este tipo de cursos sobre autocuidado y realizarlos a través OTEC Impulsa?
La ventaja para las Otec es que podemos llegar a empresas con programas maduros, con mucho respaldo y con experiencia en miles y miles de exámenes. Entonces en las empresas se pueden hacer exámenes a sus trabajadores, planes de salud para corregir los problemas que tienen y ver como en los años siguientes esos indicadores van mejorando. Tenemos cosas que mostrar. Y es esto lo que le puedo entregar a Otec Impulsa. Mucha experiencia real, madura y creo que para la organización esto puede ser muy útil porque cuando hablé con Dr. Jorge Ochoa, director comercial de Cetep, conversamos sobre el aporte que podría ser yo para la empresa, como marca, como conocimiento y experiencia, y yo en este momento no tengo muchos compromisos, porque estoy enfocado en La Araucana y escribo mucho, por lo que tengo el tiempo y las ganas de comprometerme con ustedes.
¿Y cuál fue el interés que le provocó trabajar con OTEC Impulsa?
Cetep vino a una reunión a La Araucana y trajo cuadernos corporativos como regalo. Dentro de sus unidades me llamó mucho la atención Otec Impulsa, porque actualmente estoy terminando mis compromisos laborales con otro organismo técnico de capacitación, y como creo que este es un buen medio para llegar a las empresas con programas de autocuidado, me puedo comprometer con Otec Impulsa para trabajar.
¿Qué tan importante es el autocuidado para la salud de las personas?
La gente confía mucho en los medicamentos. Las personas entienden la salud como pastillas, como remedios para salvar una situación. Pero el individuo tiene que entender que su salud es su primera responsabilidad moral y que de él dependen que las cosas no ocurran, porque es cierto que un pequeño porcentaje de cosas van a ocurrir a pesar de su buena voluntad, como la aparición de un cáncer. Pero el control de la presión arterial, el control de la diabetes, el control de la obesidad, son su responsabilidad. La mayor parte de la muerte de las personas es debido a un descuido de la persona. Al modificar la conducta del ser humano, disminuyes mucho la mortalidad y aumentas la expectativa de vida y para eso, uno tiene que educar al ser humano. La base del autocuidado es educación en salud. La gente sigue un plan en la medida que lo conoce bien, si no lo conoce bien, no sirve para nada. Yo tengo una experiencia clínica muy larga y me he dado cuenta que los pacientes que conocen por qué se los está tratando y saben qué es lo que hace el medicamento, andan bien. En cambio, aquellos que nunca saben lo que les pasa, no andan bien.
¿Qué alimentos se deben evitar para un buen autocuidado?
La triada maldita: la sal, el azúcar y las grasas. Es la causa de mucha muerte. Hay que educar a la gente, educarla en que hay que consumir la sal que se debe y no la que se quiere. En la historia del hombre, que tiene cinco millones de años, el ser humano no comió sal, no le agregó sal a la comida en 4.999 mil años. Cuando comienza la industria de la conservación de los alimentos con sal y azúcar comienzan muchos problemas de salud.
¿Finalmente, qué espera de su trabajo en conjunto con Otec Impulsa?
He estado haciendo esto por 60 años, que es educar, educar y educar. Y creo que la labor de una Otec es maravillosa, porque es educar a un trabajador, explicándole y enseñándole. Porque uno se da cuenta en los pacientes que uno tiene, que aquel que tiene algún tipo de educación en ésta área evoluciona en una forma muy diferente al paciente espontáneo. A la larga, todo este cuento de que la medicina preventiva es mejor que la curativa, que es mejor y más barato prevenir que curar, es una verdad del porte de un buque que no se cumple, porque no se hace. La educación en salud a través de una Otec tiene un rendimiento social, económico y de salud, muy muy grandes, y es por esto que quiero trabajar con Otec Impulsa.