La esquizofrenia es una enfermedad cuya característica principal es que la persona tiene dificultad para diferenciar qué es real y qué no lo es. Afecta la percepción que se tiene del entorno, así como los pensamientos, emociones y conducta, repercutiendo de manera global en la vida de quien porta la enfermedad y de sus cercanos.
La esquizofrenia afecta a 1 de cada 100 personas. Aparece por igual en hombres y mujeres, Sin embargo, en los hombres el inicio es más precoz, el cuadro clínico suele ser más grave y con más frecuencia requieren ser hospitalizados. En promedio la edad de comienzo de la enfermedad en los hombres va entre los 15 y los 25 años; en cambio en las mujeres suele ser entre los 25 y los 35 años.
La esquizofrenia generalmente es una enfermedad crónica; se estima que el 30% de los pacientes tiene una buena recuperación, un 20% tiene una recuperación regular y el 50% permanece con dificultades a lo largo de toda su vida.
Las causas de la esquizofrenia no se conocen con exactitud, pero si se sabe que más de un factor la origina.
Por una parte, hay factores hereditarios que hacen que una persona tenga una predisposición a enfermar con esquizofrenia y por lo tanto, una familia donde la enfermedad ha estado presente, tiene una mayor predisposición genética.
También se ha visto que las infecciones virales durante el embarazo u otros problemas en el parto, pueden afectar el desarrollo cerebral del bebé, generando una predisposición frente a la enfermedad.
Esta vulnerabilidad a enfermar, hace que ciertos factores ambientales la gatillen. Por ejemplo los cambios de colegio, mudanzas, separación conyugal de los padres, muerte de algún familiar, desilusión amorosa y frecuentemente el consumo de drogas actúan como precipitantes.
En la actualidad existen nuevos tratamientos que han contribuido a mejorar el pronóstico de la enfermedad: Se ha logrado disminuir la necesidad de hospitalizaciones, mantener un adecuado nivel de funcionamiento y una mayor integración social del paciente, mejorando su calidad de vida consistentemente.
¿Cuáles son los síntomas de la esquizofrenia?
Ningún síntoma por sí sólo basta para hacer el diagnóstico. Tampoco existe un examen que permita determinar si un paciente tiene o no esta enfermedad.
El diagnóstico de esta patología implica el reconocimiento, por parte de un profesional experto, de una constelación de signos y síntomas asociados a un deterioro característico de la actividad laboral o social.
Los síntomas más frecuentes son:
- Ideas delirantes: Son ideas falsas que el paciente considera reales. Estas ideas son inamovibles; la persona las cree con absoluta certeza, aun si le damos pruebas de que no es cierto. Es frecuente, por ejemplo, que el paciente crea que lo persiguen, que lo molestan o que está siendo engañado o ridiculizado. Tambièn puede creer que es enviado de Dios, millonario o muy talentoso. Puede creer que le mandan mensajes en la t.v. Los temas de los delirios son muy variados.
- Alucinaciones: Son alteraciones en aquello que la persona percibe, es decir, en lo que escucha, ve o huele. Percibe cosas que no existen. Lo más frecuente es escuchar voces que comentan lo que hace. A veces le dan instrucciones o lo critican. Algunos pacientes también sienten que les ponen corriente en el cuerpo.Es importante entender que para la persona estas experiencias son reales. No las imagina, ni las inventa: las percibe con sus sentidos.
- Lenguaje y pensamiento desorganizado: La persona pierde el hilo de lo que está diciendo, saltando de un tema a otro en forma desordenada. Puede llegar incluso a ser incomprensible o a quedar en blanco.
- Alteraciones en el comportamiento: Al igual que el lenguaje, el comportamiento puede ser desorganizado, comportándose de manera inesperada o absurda. Por otra parte, también puede existir una disminución de los movimientos que puede llegar a la inmovilidad total (catatonia).
- Aplanamiento afectivo: Pareciera que sus emociones se han “enfriado”, que no siente nada. Esto se debe a que no logra expresar sus emociones. Su cara está inexpresiva todo el tiempo. Para la familia puede ser muy duro, pues los hace sentir como si estuvieran frente a un desconocido
- Alogia: La persona se vuelve lenta, como si le faltara fluidez en el habla y en los pensamientos.
- Abulia: La persona parece no motivarse con nada. No toma la iniciativa, no empieza actividades nuevas y cuando lo hace, no las termina. A veces esto llega al extremo de descuidar el aseo personal. Si bien la familia a veces cree que es flojera, es importante entender que es un síntoma de la enfermedad.
- Disfunción Social/Laboral: La persona con esquizofrenia tiene una fuerte tendencia a aislarse. Es frecuente que la persona quiera estar sola y se encierre en su pieza. Si a esto agregamos los síntomas mencionados, resulta comprensible que se vea comprometido el funcionamiento laboral o escolar. Estos son los síntomas principales, habiendo otros más. La enfermedad se superpone e interactúa con la personalidad de quién ha enfermado.
Autores: Dra. Claudia Barrera Renault, Dr. Jorge Ochoa Muñoz.
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