El Trastorno Depresivo es una enfermedad que compromete profundamente el bienestar físico y psicológico de una persona; y, en caso de no ser tratada oportunamente, produce complicaciones en el funcionamiento de casi todas las áreas de la vida:
– Problemas familiares: el estado de ánimo permanentemente deprimido, la falta de entusiasmo, la incapacidad de sentir placer, la irritabilidad, el progresivo aislamiento social y la falta de deseo sexual; hacen que resulte muy difícil para la familia convivir con una persona con depresión. Esto puede, con el tiempo, producir conflictos y rupturas familiares.
– Problemas escolares y laborales: la falta de ánimo, la irritabilidad, los problemas de concentración y memoria, la ansiedad, el cansancio y la tendencia al aislamiento social, hacen que la persona disminuya drásticamente su rendimiento laboral y escolar.
Esto puede llevar a fracasos escolares o despidos, situaciones que aumentan los sentimientos depresivos de los pacientes, y que difícilmente pueden resolver estando enfermos.
– Al no instalar un tratamiento adecuado se tiene un mayor riesgo de presentar un nuevo episodio depresivo; y existe evidencia clínica que muestra que mientras más episodios de depresión se tengan, resulta cada vez más difícil tratar médicamente los episodios posteriores, y éstos empiezan a aparecer cada vez con más frecuencia. Esto se traduce en un peor pronóstico de la enfermedad y probable resistencia al tratamiento.
• La persistencia de un Trastorno Depresivo sin tratamiento puede además provocar otras complicaciones psiquiátricas. Estas complicaciones hacen que el curso de la enfermedad sea más tórpido, que los pacientes presenten un mayor deterioro funcional y que la respuesta al tratamiento sea menor. Por esta razón estas enfermedades también deben ser tratadas de la forma más oportuna posible.
– Abuso de alcohol o drogas: la asociación de estas dos enfermedades es alta, especialmente con el abuso de alcohol y cocaína.
El paciente depresivo con una adicción es más propenso a requerir hospitalizaciones, muestra menos adherencia al tratamiento y mayor frecuencia de complicaciones.
– Trastornos de Ansiedad: son los cuadros psiquiátricos que más frecuentemente se asocian a la depresión. El 45 al 90% de los pacientes con Trastornos Depresivos tienen síntomas significativos de ansiedad.
La sintomatología ansiosa predispone a una peor respuesta al tratamiento, peor funcionamiento social, mayores probabilidades de evolucionar hacia la cronicidad.
Todas estas complicaciones pueden evitarse con un tratamiento médico oportuno.
2. ¿CÓMO ES EL TRATAMIENTO DEL TRASTORNO DEPRESIVO?
• Como ya se ha explicado, los Trastornos Depresivos tienen tendencia a la cronicidad, por lo que el tratamiento es generalmente a largo plazo.
• Regularmente el manejo de los Trastornos Depresivos debe integrar el tratamiento farmacológico, la psicoterapia y la educación para el paciente y sus cercanos (psicoeducación).
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
• Durante todo el tiempo de tratamiento se describen tres fases, definidas en relación al momento de evolución de la enfermedad:
Etapas del Tratamiento:
– Fase aguda: va desde el inicio de tratamiento hasta el momento en que mejoran la mayoría de los síntomas depresivos. Esta fase dura corrientemente 6 a 12 semanas.
– Fase de continuación: esta fase dura 4 a 9 meses, después de la mejoría sintomática, se busca limpiar totalmente los síntomas depresivos y evitar la reaparición de sintomatología.
– Fase de mantención: en pacientes con mayor riesgo de recaídas,se plantean tratamientos de largo plazo (sobre un año); su objetivo es evitar la aparición de nuevos episodios depresivos.
Esta última etapa es crucial, especialmente para los pacientes con mayor riesgo de recaídas, ya que la suspensión del tratamiento antidepresivo muy probablemente será seguida tarde o temprano de otro episodio depresivo.
• Antidepresivos :
– Con estos fármacos se busca disminuir progresivamente hasta hacer desaparecer la sintomatología depresiva en la etapa aguda y de continuación del tratamiento. En la etapa de mantención se busca evitar la aparición de nuevos episodios depresivos.
– En la actualidad existen numerosas familias de fármacos antidepresivos, en general la efectividad de todos ellos es comparable y la decisión respecto al fármaco específico que se debe utilizar en cada paciente es extremadamente individualizada y depende de muchos factores clínicos.
• Medicamentos adicionales:
Eventualmente, si existe sintomatología ansiosa asociada o insomnio importante, su médico podrá indicarle además ansiolíticos o inductores del sueño.
PSICOTERAPIA
• Generalmente debe asociarse a farmacoterapia.
• Las psicoterapias que actualmente poseen mayor evidencia de efectividad en el tratamiento de las depresiones son la Psicoterapia Cognitivo Conductual y la Psicoterapia Interpersonal.