WASHINGTON (AP) — El presidente Barack Obama reclamó una discusión nacional más vigorosa sobre la Salud Mental, por considerar que ha llegado la hora de tratar abiertamente la cuestión.
En la sesión inaugural de una conferencia en la Casa Blanca sobre salud mental, el presidente dijo que su objetivo era dejar que las personas afectadas por estas cuestiones sepan que no tienen por qué sufrir en silencio.
«Lidiar con una enfermedad mental o cuidar de alguien que la tiene puede ser una experiencia aisladora», afirmó. «Uno empieza a seguir no solamente como si uno estuviera solo, sino también que no debería imponer la carga a los demás».
La conferencia es parte de la respuesta de Obama a la matanza del año pasado en una escuela primaria en Connecticut. Mientras el presidente puso énfasis en que la mayoría de las personas con problemas de salud mental no son violentas, agregó que la enfermedad mental no tratada puede desembocar en grandes tragedias.
Poco se ha revelado públicamente sobre la salud mental de Adam Lanza, el perpetrador de la matanza en la escuela de Sandy Hook, aunque está documentado que otros autores de masacres en masa padecían de enfermedades mentales.
La ley federal prohíbe a los afectados de determinadas enfermedades mentales comprar armas de fuego, pero el sistema de control de antecedentes es incompleto y Obama trata de incluir más antecedentes mentales.
«Podemos hacer algo en casos como este», afirmó Obama. «En muchos casos hay tratamiento disponible y efectivo».
Altos funcionarios del gobierno, junto con los actores Bradley Cooper y Glenn Close, participaron en la conferencia de la Casa Blanca.
El temario incluye la discusión de la cobertura del seguro para el cuidado de la salud mental y las intoxicaciones, reconociendo los indicios de enfermedad mental en jóvenes y un mejor acceso de los veteranos a los servicios disponibles. El objetivo es reducir el estigma de la salud mental y alentar a aquellos que lidian con ella a conseguir ayuda.
El vicepresidente Joe Biden, encargado presidencial en la cuestión de violencia por las armas de fuego, debe cerrar la conferencia. Unos 150 invitados incluyen promotores de la salud mental, pacientes, educadores, personal médico, líderes religiosos, legisladores y funcionarios de gobiernos locales de todo el país.
Cooper y Close, ambos activos en el tema, dieron un toque de celebridad al acto.