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¿Se puede ser feliz en un trabajo que no nos gusta?

Experiencia

Chile es el quinto país de la Organización para la cooperación y el desarrollo económico (OCDE), donde más horas se trabaja, con 1990 horas anuales según datos del 2014. Asimismo, según los datos de la encuesta GFK Adimark del año 2015 los chilenos se sienten cada vez más “estresados”, aumentando su porcentaje desde un 22 % a un 34%, con respecto al año anterior.

Para “desestresarse”, sólo el 18% de las personas lograrían realizar deporte o salir con amistades. Por último, la causa de ausentismo laboral por estrés llegaría hasta un 40%, según datos de la misma empresa.

Con este marco teórico, tal vez podríamos preguntar: Cuándo aceptaste el empleo ¿esperabas que te hiciera feliz? ¿Tenias previsto conectar con tus compañeros o con el trabajo en sí?

La mayoría de las personas que trabajan enfrentan retos de manera regular que socavan su capacidad para ser felices en el trabajo.

Tratar de resolver los problemas en el trabajo y ser felices nos lleva a varias preguntas, una de ellas puede ser ¿Se puede o es sabio intentar ser felices en un trabajo que no nos gusta?

La respuesta es sí.

Los adultos que trabajan tiempo completo pasan más tiempo de vigilia en el trabajo que en cualquier otro lugar. Puede resultar difícil no confundir nuestra propia identidad con el papel que tenemos en el trabajo.

La forma que abordamos el trabajo y administramos nuestras emociones y nuestro tiempo para contrarrestar el estrés y lidiar con las decepciones está estrechamente relacionada con encontrarle sentido a nuestro mundo laboral.

Y a través de la meditación llevamos nuestra atención al momento presente, con intensión y sin juzgar. Así podemos llegar a entender los problemas del trabajo como una fuente potencial de adquirir mayor claridad, en vez de verlos como obstáculos sin sentido. Descubrimos que podemos ser competitivos sin ser crueles.

La meditación entrena a la mente como el ejercicio fortalece al cuerpo, así se puede ver con claridad y tener espacio para la creatividad y conexión.

Según el grupo de Jon Kabat Zinn del Center for Mindfulness, en un grupo de trabajadores, 30 minutos de meditación diaria, al cabo de 8 semanas logra cambios significativos en la activación cerebral de áreas que se relacionan con la experimentación de emociones positivas. Además, los colaboradores tienden a recordar lo que les gustaba del trabajo en un comienzo y se relacionan mejor entre ellos.

Sharon Salzberg describe 8 pilares de la felicidad en el trabajo obtenidos desde las observaciones de infelicidad de distintos trabajadores. Todos ellos tenían en común el desgaste y la necesidad de mayor resistencia, las exigencias excesivas, el sentimiento de pérdida de propósitos, la falta de creatividad, el desdén de los superiores, las multifunciones ineficientes por falta de concentración, entre otros.

¿Cuáles son estos pilares de la felicidad en el trabajo?

  1. Equilibrio: La capacidad de diferenciar entre quién eres y cuál es tu trabajo. Es el cimiento que necesitamos para capear el estrés en el trabajo y si queremos crecer.
  2.  Concentración: Ser capaz de enfocarse  sin distracciones.
  3. Compasión: Estar conscientes y ser empáticos con nuestra propia humanidad y la de otros.
  4. Resistencia: La capacidad de recuperarse de las derrotas o frustraciones.
  5. Comunicación y conexión: Entender que todo lo que decimos o hacemos puede establecer una conexión o distanciamiento posterior.
  6. Integridad: Llevar los valores éticos al lugar de trabajo, conservando un sentido de totalidad y honestidad en él.
  7. Importancia: Llenar tu trabajo con la importancia de tus propias metas personales.
  8. Conciencia abierta: Reconocer un panorama completo, con perspectivas y sin reprimirse con limitaciones autoimpuestas. Thomas Edison una vez dijo: “No he fracasado. Sólo encontré las diez mil formas en que las cosas no funcionan”.

El cultivo de la atención plena centrado en  la respiración, en el reconocimiento de nuestras emociones, en el conocimiento de nuestro cuerpo, nuestros pensamientos y el cultivo de la bondad y compasión permite, con el tiempo,  llevar nuestra práctica a la vida diaria y a nuestro  ambiente laboral.  Conforme de exploran estos pilares se puede establecer una experiencia profunda y duradera de  felicidad real en el trabajo.

Por: Dra. Isabel Barros, Médico Cirujano, Universidad de Los Andes. Psiquiatría Adulto, Universidad de Chile. Especialista en Mindfulness.  Actualmente, se desempeña en nuestra Unidad de Peritaje Clínico.