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Consejos para enfrentar el cambio de horario

Experiencia

Este sábado se debe realizar un nuevo cambio de horario. Aunque a primera vista, pareciera que ganamos una hora, y que podremos descansar más, lo cierto es que el cambio de horario puede afectar a nuestro organismo.

Las alteraciones que produce el cambio de horario, aunque no llegan a incidir en las estadísticas ni constituyen enfermedades, afectan a individuos y a grupos, especialmente a quienes poseen una estructura poco flexible en lo biológico y en lo emocional, y en particular, a personas que realizan actividades en horarios rígidos.

¿Cómo nos afecta el cambio de hora?

  • Somnolencia
  • Baja en la memoria
  • Disminuye el rendimiento
  • Irritabilidad
  • Problemas de concentración
  • Falta de atención
  • Fatiga

El cambio de horario puede generar distintos efectos en el organismo, como somnolencia, irritabilidad, dificultades en la atención, concentración y memoria, fatiga, baja en el rendimiento, menor productividad, malestar general, cambios en el estado de ánimo, depresión, trastornos digestivos, aumento de la secreción gástrica, cambios en el apetito y aumento de molestias psicosomáticas.

Existe cierto consenso en que la adaptación al horario de invierno ocurre con mayor facilidad y menores problemas en la salud que la instauración al horario de verano. Sin embargo, debe considerarse que el horario de invierno conlleva menos horas de luz,  lo cual afecta a muchas personas que muestran predisposición a la ansiedad y depresión.

Un grupo particular de riesgo lo constituyen los pacientes con Trastornos del espectro bipolar, y una marcada fotorreactividad que no llega a consolidar un diagnóstico psiquiátrico. Esto se produce ya que las personas con estos diagnósticos deben mantener un estricto cuidado del ciclo sueño- vigilia, deben mantener el ritmo de las alondras, y no de los búhos. Esto se refiere a levantarse temprano y acostarse temprano. Lo ideal es seguir la luz del sol, que nos indica que cuando el día se oscurece es hora de estar en la casa y preparase para el sueño.

Debido al extenso horario laboral de muchas personas se hace difícil llegar a la casa temprano, y esto constituye un factor de riesgo para desarrollar síntomas ansiosos y para producir descompensaciones psiquiátricas.

Se debe intentar programar el cambio de horario, llegar más temprano al trabajo unos días previos al 26 de abril y salir más temprano para que el cuerpo se vaya acostumbrando de a poco. Intente dejar las cosas para el día siguiente preparadas con tiempo, el almuerzo y las mochilas de los niños, el menú del día siguiente, etc. Es muy importante evitar la actividad física después de las 18:00 horas, pero al contrario, el realizar ejercicios físicos en la mañana es una muy buena idea para empezar el día con más energía.

¿Qué podemos hacer para adaptarnos al horario de invierno y disminuir su impacto la salud?

Debemos ayudar a la autorregulación de nuestro organismo:

  • Para ayudar a la adaptación del reloj biológico, evite las siestas y respete un horario para acostarse y levantarse.
  • A su vez reduzca el consumo de bebidas estimulantes, como cafeína y bebidas cola, después de las 18:00 horas. Intente cenar  liviano, libre de grasas y aliños.
  • Prefiera actividades relajantes durante la noche, un baño de tina y  una buena lectura.
  • Para cuidar sus defensas procure dormir al menos 8 horas diarias. Haz ejercicio, aprovecha las tardes de otoño y mantenga una vida sana.

El impacto positivo del cambio de horario en nuestra salud depende de nuestros esfuerzos por responder e intentar adaptarnos a las nuevas circunstancias. En general, si sigue nuestros consejos el organismo tardará una semana en adaptarse a los cambios de horario, y lo ideal es que empiece un par de días antes del cambio.

Por: Dr. Macarena Gálvez, Directora Médica de la Unidad de Peritaje Clínico y Ps. Victoria González. Columna publicada en el sitio web de Radio Agricultura

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