La Región de O’Higgins lidera el uso de licencias médicas por trastornos mentales en el país. Así lo reveló el primer análisis en el tema realizado por la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), que muestra que en la zona la tasa es de 24,5% promedio en el sistema, con diferencias entre ambos seguros: 25,2% en Fonasa y 20,8% en isapres.
Los trastornos mentales, como la depresión o la ansiedad, se convirtieron el año pasado en la primera causa de reposo laboral, luego de que de los 4.744.857 permisos tramitados, un total de 1.056.960, es decir el 22%, fuera por estas patologías.
El desglose regional de la Suseso, realizado mediante información de Fonasa y la Superintendencia de Salud, muestra que a continuación de O’Higgins se ubica la Región Metropolitana, con una tasa de 22,5%, seguida de Tarapacá, con 20,6%.
“Hay que mejorar las condiciones y el equilibro que existe entre vida y trabajo, con eso se debe apuntar a tratar estos aumentos”, explica Claudio Reyes, superintendente de Seguridad Social.
Para Claudio Avendaño, sociólogo de la U. de Santiago, O’Higgins “es una región que está avanzando como ciudad en algo parecido a Santiago, pero la capital ya ha tenido tiempo para establecerse en un tipo de contexto para estas enfermedades”. Añade que estos indicadores responden a “situaciones focalizadas y hay que verlas por cada zona del país, ya que no es igual la calidad de vida y trabajo en todas las localidades y éstas tienen también desafíos diferentes”.
El informe, además, indica que el tramo etario que más pidió estos permisos es el que se ubica entre los 25 y los 35 años. Jorge Ochoa, psiquiatra de la Facultad de Medicina de la Universidad San Sebastián y Director Comercial de Cetep, dice que “los cuadros psiquiátricos se están dando en población joven. Esto no obedece sólo a un hecho, es un tema multifactorial, que involucra desde trabajos con sueldos más bajos, pero de largas jornadas, hasta temas de competitividad”.
Rafael Torres, jefe del Departamento de Psiquiatría de la Red UC Christus, concuerda con este argumento: “No se debe atribuir la enfermedad sólo a una causa como el estrés laboral, porque son patologías multifactoriales. Es muy raro que sea sólo una situación la que la gatilla”.
En cuanto a la atención, Gonzalo Simon, gerente de desarrollo de la Asociación de Isapres, explica que las enfermedades mentales “tienen coberturas desde el plan normal a través de las consultas psiquiátricas, y los procedimientos también están incorporados en función de los aranceles que tienen los planes”. Agrega que “adicionalmente está el Auge, que también contiene coberturas de atención mental, sobre todo la depresión, que es de las patologías con más uso Auge en este sector”.
Una situación que se alerta respecto de estos permisos es su alto nivel de rechazo de parte de los seguros, especialmente el privado. Al respecto, el documento observa que las negaciones de estos permisos “en Fonasa es de 11,9%, muy inferior a la observada en isapres, la cual asciende a 38,1%”.
Sobre este tema, Simon dice que “existe una diferencia de opinión importante respecto de los diagnósticos que se presentan y que son revisados por la isapre. Hay que tener presente que ese rechazo es el primero, que una cantidad importante de las personas cuyas licencias fueron rechazadas entregarán antecedentes adicionales que podrían revocarlo”.
Salud Mental en Chile
Tanto las autoridades como los especialistas señalan que la Salud Mental se ha convertido en una arista que debe ser profundizada.
La ministra de Salud, Carmen Castillo, enfatiza en que “hay que avanzar hacia a lo que a futuro será una ley de salud mental, sin embargo, se deben dar pasos concretos y eso es a través de un plan de salud mental que sea nacional”. También, destaca que se debe “superar la estigmatización de estas enfermedades, ya que al día de hoy nadie está libre de poder tener una y por eso que tenemos que estar apoyando siempre”.
Un diagnóstico similar comparte Jorge Ochoa, director comercial de Cetep: “Vivimos en un país que tiene profundas desigualdades, hay un enorme estrés en las ciudades, entre otros factores, que inciden en la calidad de vida de las personas, y si a eso se agrega que vivimos en una cultura de consumo, con gente que está sobreendeudada, significa más estrés”.
Frente a este panorama, en la Encuesta Nacional de Salud, actualmente en desarrollo, se incluyeron indicadores de medición de salud mental que permitirán estimar la prevalencia de estas patologías.
“Chile tiene un perfil epidemiológico de país desarrollado y en ese perfil predominan las enfermedades no transmisibles, entre las cuales están las mentales”, afirma Mauricio Gómez, jefe del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud, quien agrega que en las poblaciones adultas existe una prevalencia de 22%.
Además, La Suseso y el Ministerio de Salud (Minsal) desarrollaron un instrumento de diagnóstico para aplicar en las empresas, que “mide los riesgos psicosociales, que son las condiciones que existen en el trabajo que pueden generar situaciones que derivan en estas enfermedades”, dice Reyes.
Asimismo, en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados se discute un proyecto para crear una ley de Salud Mental, que cuenta con apoyo técnico del Ejecutivo.
Fuente: La Tercera