Pocas veces nos damos cuenta de los programas de televisión, publicidad e información a la que están expuestos los niños, niñas y adolescentes actualmente. Esto debido a lo rápido que avanza el día a día, donde muchas veces ellos se vuelven expertos en redes sociales, incluso teniendo más conocimiento del manejo computacional y de smartphones que sus propios padres o cuidadores. Sin embargo, ¿qué pasa cuando recurren a estos medios en momentos en que se sienten solos, incomprendidos y sin recursos suficientes para enfrentar un conflicto?
Muchas pueden ser las razones por las que un aparato electrónico se vuelve un consuelo o “apoyo” para estos niños, niñas o adolescentes. Por estas razones, nace la necesidad de saber algo más de la exitosa serie de Netflix, “13 Reasons Why” y el desafío de “La Ballena Azul”.
En el caso de la serie, dentro de los temas que se presentan, se encuentra el abuso escolar, sexualidad, autoagresiones y suicidio. Se muestra la manera en que una adolescente comienza deteriorarse psicológicamente producto de las constantes agresiones de sus pares, y sumado a esto, nadie interviene para detener lo que ocurre. Por otro lado, el “Desafío de la Ballena Azul”, cuenta con una serie de pruebas que incluyen conductas de riesgo, autolesiones, privación de sueño, entre otros, culminando con el suicidio.
El riesgo ocurre cuando no hay una guía adecuada para procesar estas imágenes y enfrentarse a situaciones conflictivas o cuando los adolescentes se encuentran vulnerables emocionalmente. Además, muchas veces el día a día hace difícil que los padres noten variaciones en sus actitudes o reacciones emocionales, las cuales podrían dar luces para intervenir a tiempo. En ambos casos, es relevante poder conversar el tema en familia, generando espacios seguros de conversación, donde sea posible exponer las preocupaciones y opiniones sin ser juzgadas.
Se sugiere que los padres vean la serie para así responder preguntas y exponer su punto de vista. En el caso que sus hijos muestren interés por ver la serie, es importante evitar la prohibición, ya que lo más probable es que genere más interés. Por esta razón, la mejor opción es poder acompañarlos en el proceso, ya que el contenido es explícito y difícil de procesar si lo hacen por su cuenta.
En el caso del “Desafío de la Ballena Azul”, se sugiere prevenir explicando el peligro asociado al aceptar la solicitud que se envía por Facebook, además de señalar que sólo deben aceptar como amigos, a quienes conozcan y que deben notificar en el caso que reciban una invitación a participar.
En ambas situaciones, es importante tener cuidado con emitir juicios y ridiculizaciones respecto a los temas asociados, como el suicidio, autoagresiones, acoso escolar, entre otros, ya que podría cerrar una puerta para establecer una conversación fluida del tema, que en ciertos casos entregaría señales para pesquisar la situación que estaría viviendo un niño, niña o adolescente en el ambiente escolar, ya sea con sus pares o profesores.
Valeska Woldarsky Traslaviña
Psicóloga Infanto-Juvenil