El 13 de julio es el Día Internacional del Trastorno de Déficit Atencional e Hiperactividad (TDAH), fecha que busca generar conciencia respecto de la importancia del diagnóstico oportuno de este cuadro que afecta a un gran porcentaje de la población infanto-juvenil.
El TDAH es una patología psiquiátrica grave que afecta en torno a un 5 o 7% de los niños y 4 a 5% de los adultos en todo el mundo.
Las consecuencias discapacitantes que tienen que afrontar las personas con TDAH no se deben a la inexistencia de tratamiento efectivos, sino al diagnóstico tardío, debido a que muchas veces los padres naturalizan ciertas señales. De ahí la importancia de consultar a especialistas a tiempo.
Al respecto la psicopedagoga de Centro Médico Cetep, Victoria Albornoz,explica que “el Trastorno de Déficit Atencional e Hiperactividad es un problema de Salud Pública. Así tal cual. La Organización Mundial de la Salud ha definido que el TDAH es una patología prevalente de Salud Mental Infanto Juvenil, y está entre los objetivos de desarrollo la meta de disminuir los factores de riesgo que desencadenan la predisposición genética a tener el TDAH y también aumentar las posibilidades de pesquisa temprana, por ende de diagnóstico y tratamiento a tiempo, para disminuir los efectos de un diagnóstico tardío”.
Precisamente, la especialista da cuenta de que los padres suelen naturalizar ciertas conductas, retrasando el diagnóstico oportuno.
Para hablar de Trastorno de Déficit Atencional e Hiperactividad, confluyen 3 criterios principalmente. “Estamos hablando de problemas de atención, problemas de control de la impulsividad y problemas de la hiperactividad. Y podríamos tener combinaciones e ellos, más los factores personales”, detalla sobre el abanico de un cuadro que va más allá de las dificultades para modular o dirigir la atención.
Claves de la detección temprana
No naturalizar. Para la psicopedagoga de Cetep, una medida clave es no naturalizar. “Ocurre mucho que un niño que ya presentaba algunas sintomatologías a los 4 años, sus padres llegan a la consulta a los 8 años y ambos dicen es que es igual al papá o a la mamá, y por haber sido igual, los padres validan o naturalizan”, advierte respecto de diagnósticos tardíos.
Observar en distintos contextos. Victoria Albornoz explica que es muy importante observar al niño o niña en los diferentes contextos en que se desenvuelve. “Ver si logra seguir instrucciones, si esperan su turno, si pierden objetos, si se desorientan en los tiempos… Uno tiene que comparar también al niño con sus pares. Observar en un cumpleaños, en un supermercado, en lo cotidiano”, plantea la especialista.
En este aspecto hay que ser riguroso en que este tipo de conductas se deben observar en más de un contexto, porque si sólo ocurre en la casa, podría tratarse de un tema de crianza.
Asertividad. A juicio de la profesional, el otro punto importante que nos podría dar luces respecto a que estamos en presencia de TDAH, tiene relación con observar el efecto disocial que tiene la conducta del niño. “Cuando una persona no atiende o no controla impulsos también es poco asertiva, dice las cosas muy directamente y puede ser hiriente. Se da cuenta después y se siente culpable y ese niño sufre mucho por dañar a otro. Pero ese otro no entiende que ese niño tiene una condición especial y a veces incluso no diagnosticada”, plantea Albornoz.
Precisamente, el costo de este tipo de conducta impulsiva muchas veces implica aislamiento social. “A ese niño probablemente ya no lo invitan a los cumpleaños, la exclusión también es parte de los apoderados que dicen que no se junten con él…. Empieza un círculo vicioso donde hay aislamiento social, dificultades de competencia académica producto de la atención, con una cierta estigmatización del comportamiento conductual y un bajo autoconcepto, que generan una mirada bastante negativa en torno a la evolución que podría tener ese niño si tuviese diagnóstico temprano y apoyo integral de profesionales que pueden estar apoyando a la familia y a los equipos educativos”, detalla la profesional.
En Centro Médico Cetep contamos con un completo equipo de especialistas para ofrecer un apoyo profesional integral a quienes presentan Trastorno de Déficit Atencional e Hiperactividad desde la psicopedagogía, psicología y terapia ocupacional.
Victoria Albornoz es psicopedagoga de Centro Médico Cetepwww.cetep.cl.
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