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Contagio Suicida: ¿Cómo afecta a los jóvenes?

Experiencia

Según la última Encuesta Nacional de Salud, en Chile más de 220 mil personas mayores de 18 años han planificado su suicidio, y más de 100 mil reconocen que intentaron quitarse la vida. En el grupo de entre 10 y 24 años, el suicidio es la segunda causa de muerte.

El contagio emocional es una cualidad psicológica por la cual los individuos tendemos a compartir las mismas emociones que están experimentando las personas de nuestro entorno.

Este fenómeno no solo se limita a las emociones en sí mismas, sino a las conductas derivadas de las mismas, por lo que igualmente podríamos observar cómo ciertos comportamientos también se propagan fácilmente entre personas.

El psicólogo de Centro Médico Cetep, Francisco Ojeda, aborda el aumento del suicidio juvenil, y la importancia del acompañamiento durante la etapa adolescente, que supone un periodo de muchos cambios, donde las emociones suelen vincularse a signos depresivos.

Para el profesional, no existen señales unívocas del riesgo suicida, ya que puede presentarse acompañado o no de un cuadro psicopatológico a lo largo de la vida. Sin embargo, advierte que la adolescencia es por sí misma una etapa delicada.

También, la especialista María Jesús Lagos de Centro Médico Cetep habla sobre el caso de suicidio de un adolescente o el intento de hacerlo y comenta que “tal situación genera que muchos compañeros o amigos tengan las mismas conductas o empiecen a tener los mismos problemas emocionales”.

Para evitar que los adolescentes y las personas en general se contagien de emociones o conductas negativas, la psicóloga Infanto-Juvenil María Jesús Lagos de Centro Médico Cetep entrega algunas recomendaciones.

Recomendaciones para evitar el contagio suicida:

  • Enfrentar la situación en el colegio: Hablar sobre el tema con el curso, explicar lo ocurrido con el resto de los compañeros. En conjunto resolver dudas, crear canales de comunicación y crear espacios de apoyo. Evitar que se convierta en un tema tabú.
  • Enfrentar la situación en familia: Conversar con el niño y validar sus posibles emociones, el miedo, la tristeza, la culpa, etc. Siempre hacerlo con respeto y sin juzgar.
  • Evitar hacer juicios sobre la víctima: Hacer comentarios, críticas o burlas sobre lo ocurrido, puede provocar que el niño no quiera comunicarse en caso de estar sintiendo algo similar.
  • Tomar medidas de precaución: Ir evaluando constantemente, tanteando las posibles reacciones del niño. Si tenemos sospecha de que no está pudiendo resolverlo, o está presentando conductas similares consultar de inmediato con un especialista.
  • Aceptar reacciones: Cuando ocurre un hecho traumático muchas veces los niños no saben cómo reaccionar, generando preocupación en los adultos.

    Por ejemplo: hay niños que reaccionan aislándose, otros con confusión, otros con agresividad, etc. Es importante generar espacios de expresión libre de juicios, donde el niño pueda ir botando las distintas emociones y comprendiendo que es un proceso complejo y distinto en cada uno.
  • Evitar sobreexposición a información: Si bien es importante conversar las cosas, hay que hacerlo respetando los espacios y la voluntad del niño. Y hay que tener cuidado también, con la sobreexposición de información (RRSS, noticias, búsquedas en internet, etc).

Si bien estas recomendaciones ayudan a palear y evitar el contagio emocional, siempre es importante consultar con un especialista y así abordar de manera profesional un aspecto tan cotidiano en estos tiempos.

En Centro Médico Cetep contamos con diversos profesionales que pueden ayudar en la Salud Mental y el Bienestar de los usuarios.