La importancia de hablar de emociones en la infancia

Experiencia

Expresar lo que sentimos es una habilidad que no siempre surge de manera espontánea. En la infancia, enseñar a identificar, nombrar y comunicar emociones es clave para prevenir problemas de Salud Mental y fortalecer la autoestima. Un niño que puede decir “estoy triste” en lugar de golpear o aislarse, tiene más posibilidades de regularse y recibir apoyo. 

Según datos de Grupo Cetep, obtenidos a través de su asistente virtual MHAITE, el 36% de los adolescentes reportan un malestar significativo sin poder identificar su causa, reflejando un fenómeno conocido como alexitimia. Esta falta de herramientas emocionales aumenta el riesgo de trastornos como la ansiedad y la depresión. 

Hablar de emociones no significa solo preguntar cómo se sienten, sino ofrecer modelos de lenguaje emocional. Los adultos que comparten sus propios estados de ánimo de manera sana enseñan a los niños que sentir no es un problema, sino una parte natural de la vida. 

La escuela y la familia cumplen un rol conjunto. En las aulas, programas de educación socioemocional han demostrado mejorar la convivencia y el rendimiento. En casa, dedicar unos minutos al día para conversar sobre el día y las emociones que surgieron es una práctica simple, pero transformadora. 

Freddy Meneses, psicólogo de Grupo Cetep señala al respecto: “Enseñar a un niño a reconocer y nombrar sus emociones equivale a proporcionarle un mapa para orientarse en su mundo interno. Sin este recurso, las emociones se experimentan como sensaciones fisiológicas confusas y potencialmente abrumadoras (por ejemplo, un nudo en el estómago o rubor facial) que carecen de significado consciente.” 

Consejos prácticos para hablar de emociones 

1. Usar un lenguaje simple y cercano 
Nombrar emociones de manera clara ayuda a que los niños las reconozcan y comprendan. 

2. Validar lo que sienten 
Aceptar sus emociones sin juzgar fortalece la confianza y reduce la ansiedad. 

3. Modelar la expresión emocional 
Mostrar cómo los adultos manejan sus propias emociones enseña estrategias positivas de regulación. 

4. Leer cuentos o usar juegos sobre emociones 
Materiales lúdicos facilitan el aprendizaje y la reflexión sobre sentimientos. 

5. Preguntar a diario cómo se sintieron 
Pequeñas conversaciones frecuentes fomentan la práctica de la expresión emocional. 

En Grupo Cetep promovemos una cultura de apertura emocional. Nuestra misión es acercar la Salud Mental desde la infancia, enseñando que hablar de lo que sentimos es un camino de prevención y bienestar para niños y adolescentes.