Chile presentó un incremento progresivo en la tasa de suicidios entre los años 2000 y 2008, año en que la cifra llegó a 12,36 por 100 mil habitantes y 12,92 por 100 mil habitantes en el grupo de 15 a 19 años. Sin embargo, desde 2008 a la fecha las tasas han ido bajando gradualmente a números similares al 2000. Actualmente, la tasa de suicidios es de 10,04 por cien mil habitantes a nivel global y de 8,17 en el grupo de 15 a 19 años.
Durante la sesión especial realizada el pasado martes 13 de septiembre para analizar las causas del suicidio en niños y adolescentes, la Ministra de Salud, Carmen Castillo, y el jefe del Departamento de Salud Mental de dicha cartera, doctor Mauricio Gómez, precisaron las cifras y las medidas que se está tomando para enfrentar este mal, enfatizando que las causas son multifactoriales, pero se asocian a los grupos socioeconómicos más bajos.
La ministra Castillo señaló que Chile presentó un incremento progresivo en la tasa de suicidios entre los años 2000 y 2008, año en que la cifra llegó a 12,36 por 100 mil habitantes y 12,92 por 100 mil habitantes en el grupo de 15 a 19 años. Sin embargo, desde 2008 a la fecha las tasas han ido bajando gradualmente a números similares al 2000. Actualmente, la tasa de suicidios es de 10,04 por cien mil habitantes a nivel global y de 8,17 en el grupo de 15 a 19 años.
A continuación, el doctor Mauricio Gómez, jefe del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud, informó que el 22,5% de la población infanto adolescente en Chile presenta algún trastorno mental, predominando en los menores de 11 años los trastornos del comportamiento disruptivo (déficit atencional, trastornos conductuales y trastornos oposicionistas), mientras que en el grupo de adolescentes entre 12 y 18 años, predominan los trastornos del ánimo, los trastornos ansiosos y el abuso de sustancias. Factores de alto riesgo en este grupo son la deserción escolar y los antecedentes de maltrato y de abuso sexual.
La cifra más significativa de suicidios aparece en el tramo que va de los 15 a los 19 años, donde actualmente la cifra alcanza a 8,17 por cada 100.000 habitantes, pero varía según la región del país. De esta forma, la mayor cantidad de suicidios juveniles se concentra en la zona sur, particularmente en la Región de Los Lagos. «Esos son datos importantes a la hora de definir las políticas», afirmó el doctor Gómez.
Los trastornos mentales más comunes en nuestro país, influidos por determinantes sociales, son la depresión, la ansiedad y el consumo de sustancias. En ese sentido, el experto indicó que está demostrado, a nivel mundial, «que las personas pobres se enferman más de trastornos mentales y se enferman más de muchas enfermedades; que la desigualdad hace muy mal para la salud mental; que el endeudamiento hace muy mal para la salud mental. Estos son estudios de la OMS que, a nivel mundial, han determinado esto».
En lo que concierne a la depresión, explicó que los datos son de los años 90, pero que se actualizarán ahora gracias a la nueva Encuesta Nacional de Salud que se está aplicando, donde hay un módulo completo sobre salud mental. De todas formas, sostuvo que sí hay datos sobre síntomas depresivos, los que en el caso de los hombres aparecen asociados a los niveles socioeconómicos, mientras que en el de las mujeres su prevalencia aumenta en los sectores medios. «Eso se puede relacionar con la sobrecarga que tienen las mujeres del nivel medio en términos de endeudamiento y duplicidad de funciones para el mantenimiento de la familia», indicó el doctor Gómez.
Esfuerzo multisectorial
El Jefe del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud subrayó que preocuparse de la salud mental requiere un esfuerzo más allá del sistema de salud y valoró acciones conjuntas como el Programa de Habilidades para la Vida y el de Aulas de Bienestar, que ejecuta el Ministerio de Educación; el sistema de protección del programa Chile Crece Contigo; la prevención de riesgos psicosociales en el trabajo; las campañas contra la violencia; las campañas de prevención del suicidio y la necesidad de acciones intersectoriales. «El sector salud no puede estar solo en la tarea de proteger la salud mental de la población, sin desconocer la enorme responsabilidad que tiene este sector en proveer servicios», señaló.
Específicamente, en lo que respecta al Minsal, informó que de 2005 a 2015 se ha triplicado la atención de personas, alcanzando a 772.000, lo que significa una cobertura cercana al 20%. En los grupos infantojuveniles, entre los 5 y los 19 años, la atención abarca entre 21% y 25%, con 157 camas, que llegarán a 180 a fin de año y 196 en 2017, con la apertura del Hospital Dr. Exequiel González Cortés. Pese a que en 2014 solo había 17 camas, el jefe de Salud Mental aclaró que aún hay un déficit de 200 camas.
Asimismo, señaló que de 146 equipos comunitarios, 97 tienen atención infanto juvenil, «lo que demuestra un avance, pero también una brecha». En el caso de la formación de psiquiatras infantiles, expresó que su escaso número es una limitante para la instalación de servicios de siquiatría e incluso para contar con un GES de depresión para menores de 15 años. «En la actualidad hay 128 siquiatras infantiles en proceso de formación dentro de la meta Presidencial de 4.000 especialistas para Chile durante este Gobierno», dijo.
Programa Nacional de Prevención del Suicidio
Respecto al Programa Nacional de Prevención del Suicidio, que se inició formalmente en 2013, informó que se ha solicitado la expansión presupuestaria para contar con encargados en todas las regiones. Además, se trabaja en un sistema informático de vigilancia nacional del suicidio.
Detalló que el programa tiene seis líneas de trabajo: sistema de vigilancia de la conducta suicida; planes regionales intersectoriales; capacitación del personal de salud; programas preventivos en establecimientos educacionales; sistema de ayuda en situación de crisis y trabajo con los medios de comunicación.
Recalcó que en Chile el suicidio entre jóvenes es la segunda causa de muerte y se relaciona con motivos multifactoriales y complejos, pero en el 60% de los casos está relacionado con la depresión. «Los determinantes sociales, cómo estos actúan y el sufrimiento psicológico en el contexto familiar, escolar, laboral y de envejecimiento, son importantes en el riesgo suicida», precisó.
Respecto a la salud mental, también dijo que es necesario reforzarla, puesto que actualmente existe solo un 40 % de la instalación que se requiere a nivel nacional, junto con completar la implementación del Programa Nacional de Prevención del Suicidio.
Fuente: El Mostrador