La mayoría de las personas disfrutamos de la música y lo expresamos a través del canto o baile, no importando si lo que escuchamos es Bach o el último hit de moda. Pero ¿qué pasa si llevamos la música a un ambiente terapéutico? Al parecer los beneficios son muchos.
La Musicaterapia es una disciplina que utiliza la música y sus elementos como el ritmo, melodía, armonía o letra de canciones, con el fin de alcanzar objetivos terapéuticos en las áreas psicológicas, social, emocional, física y/o espiritual de las personas.
Según Rodrigo Quiroga, Licenciado en Artes de la U. de Chile y Master en Músicoterapia de la U. de Melborurne, Australia, “la música como terapia artístico-expresiva, otorga un rol importante a la creatividad y a la expresión dentro del proceso de salud-enfermedad de las personas. Por un lado, hay foco en los recursos de los pacientes y en su potencial de salud, más que en sus limitaciones, y por otra, el lenguaje sonoro-musical favorece la expresión de emociones y/o situaciones que no siempre son fáciles de exteriorizar a través del lenguaje verbal”, señaló Quiroga.
En las sesiones, el musicoterapeuta invita a los pacientes a participar de diferentes actividades que involucran música, tales como improvisación con instrumentos, escucha de piezas musicales, movimiento y/o expresión corporal, canto, imaginería guiada o libre, entre otras. Estas actividades son diseñadas especialmente para abordar las necesidades del paciente. Usualmente los talleres comienzan con algún tipo de actividad corporal, con el objetivo de centrarse en el “aquí-y-ahora» e incluyen un espacio de verbalización para conversar y reflexionar sobre la experiencia.
¿Qué beneficios tiene para la Salud Mental?
La expresión, la creatividad, la flexibilidad, la escucha y también el goce estético, juegan un rol importante en el bienestar de las personas en general. Al usar el lenguaje sonoro-musical para fortalecer dichos elementos y ajustándolos a las necesidades específicas de los pacientes, la musicoterapia puede promover un mayor estado de Bienestar.
Asimismo “la expresión o lenguaje sonoro-musical propone una forma diferente de profundizar en el conocimiento de los otros y de sí mismo, instancia en la cual el paciente puede lograr reflexiones y aprendizajes que apoyen su proceso de salud, en conjunto con las terapias tradicionales”, destacó el profesional.
Experiencia de Clínica MirAndes.
Clínica MirAndes ha realizado talleres donde los pacientes muestran buena disposición por participar de las diferentes actividades, muchas veces reportando un cambio anímico y/o físico luego de estas experiencias. Las conversaciones y reflexiones sugieren que muchos de ellos pudieron conectarse con aspectos de su mundo interno, a partir de lo cual surgieron aprendizajes respecto de sí mismos y de la relación con su entorno y con los demás.