Las licencias por enfermedades mentales presentadas en 2018 bordearon el millón, una importante alza registrada en un nuevo informe del Ministerio de Salud.
De acuerdo a El Mercurio, mientras que en 2013 ingresaron 616.942 permisos relacionados a patologías como depresión, ansiedad, estrés y burnout, esta cifra aumentó a 944.627 el año pasado, lo que implica un incremento de un 53 por ciento en cinco años.
El informe también destaca que desde el 2015 los trastornos mentales son los que generan más licencias, en comparación al periodo entre 2013 y 2014, en que predominaban permisos por dolencias físicas como tendinitis o lumbago.
Por lo demás, las atenciones de especialistas en psiquiatría también se han incrementado en más de un 40 por ciento en la última década.
El decano de la Facultad de Ciencias de la U. Mayor, Enrique Paris, apuntó al matutino que los medicamentos más usados en el país son ansiolíticos y antidepresivos, según la última Encuesta Nacional de Salud 2016-2017.
«Falta de cultura de salud mental»
Javier Ravinet, director de la Sociedad Chilena de Salud Mental, atribuye el aumento de estas patologías a las extensas jornadas de trabajo y gran cantidad de responsabilidades en distintos ámbitos, pero también «la falta de cultura de salud mental».
«La gente acude a un especialista cuando está colapsada, y en ese punto no quedan muchas alternativas», aseguró.
Sin embargo, Pablo Salinas, psiquiatra y académico de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, no descarta que este incremento de licencias se deba a un aumento en la cobertura.
«Por ejemplo, con la incorporación de la depresión al plan AUGE. Estamos cubriendo más estas enfermedades, se diagnostican más y transparentamos un problema que existe», puntualizó.
Si bien estos trastornos pueden afectar a cualquiera, Salinas señaló que algunos trabajadores son más vulnerables.
«Se sabe, por ejemplo, que las personas que trabajan en atención de público están más expuestas a presentar estrés laboral. En eso caen los call center, porque el lidiar con el enojo de otras personas es un factor de estrés muy importante», explicó.
Asimismo, están los funcionarios de servicios de urgencia, que tratan directamente con los pacientes y en ocasiones pueden ser agredidos.
Fuente: Cooperativa