Una persona puede experimentar estrés en diferentes situaciones o circunstancias de la vida. El estrés es una respuesta natural y adaptativa del cuerpo ante demandas o presiones externas o internas. Algunas de las situaciones que pueden desencadenar estrés en las personas son los problemas familiares, laborales, económicos, entre otros.
La médico psiquiatra y Gerenta General de Grupo Cetep, Dra. Claudia Barrera explica que “El estrés es la tensión que, manteniéndose prolongadamente en el tiempo, o que, siendo muy intensa, o ambas cosas a la vez, rebasa las disponibilidades energéticas fisiológicas y psíquicas de la persona, y conduce al agotamiento”.
Cabe destacar que, todas las personas tienen diferentes formas de afrontar el estrés, sin embargo, aquí te damos una guía práctica de como sobrellevar el estrés y también reducir los síntomas que esto provoca.
Síntomas de estrés en el cuerpo
¿Te tirita el ojo? El temblor en el ojo no se asocia a una causa concreta, pero puede producirse por estrés o ansiedad, en momentos determinados de la vida.
TIPS: Es recomendable dormir más. Reducir la ingesta de cafeína. Hidratar los ojos con colirios o gotas oftálmicas.
¿Te duele la cabeza? Es el síntoma más común del estrés y es provocado por la tensión muscular que ejercemos sobre la cabeza, la mandíbula y el cuello, entre otros.
TIPS: Controlar la respiración, estirar el cuello y los hombros; estira brazos y cabeza; estira la espalda y muñecas e inclina la cabeza y barbilla. Darte una pausa y practicar estos ejercicios por 5 minutos te alivianará la tensión y el malestar.
¿Te duelen los músculos? Cuando nos estresamos, lo que ocurre es que tensamos de forma automática los músculos de la mandíbula, los que rodean los ojos y la boca, así como los músculos del cuello y la espalda. Se trata de una reacción refleja para protegernos. Y, de hecho, no es mala, excepto cuando el estrés se convierte en algo permanente en nuestra vida.
TIPS: Es recomendable aplicar compresas de calor en el área afectada para facilitar la relajación muscular. También el mindfulness es un método excelente para combatir la tensión muscular por estrés debido a que incrementa la conciencia emocional, facilitando la gestión de los estados emocionales.
¿Cómo controlar el estrés?
Toma respiraciones profundas. Esto te obliga a respirar más lento y ayuda a relajar tus músculos. El oxígeno adicional envía un mensaje al cerebro para calmar y relajar tu cuerpo.
Estírate. Al estirarte podrás relajar los músculos y sentirte menos tensa.
Escribe tus pensamientos. Lleva un diario o solo anota las cosas por las que estás agradecida para ayudarte a controlar el estrés.
Tómate un tiempo para ti. Podría ser escuchar música, leer un buen libro o ir al cine.
Medita. Los estudios demuestran que la meditación, un tiempo establecido de tranquilidad para centrar tu mente en un pensamiento positivo o neutral, puede ayudar a disminuir el estrés.
Duerme lo suficiente. La mayoría de los adultos necesita entre 7 y 9 horas de sueño por noche para sentirse descansados.
Come sano. La cafeína o los alimentos ricos en azúcar te dan sacudidas de energía que desaparecen rápidamente. En su lugar, come alimentos con vitaminas B, como bananas, pescado, palta, pollo y vegetales con hojas verdes oscuras.
Ponte en movimiento. La actividad física puede relajar tus músculos y mejorar tu humor. La actividad física puede ayudar a aliviar los síntomas de la depresión y la ansiedad.
Habla con tus amigos o familiares. Pueden ayudarte a ver tus problemas de otra forma y sugerir soluciones. O bien, ser capaz de hablar con un familiar o amigo acerca de una fuente de estrés puede ayudarte a sentirte mejor.
Busca ayuda profesional si la necesitas. Tu médico puede sugerir el asesoramiento o recetarte medicamentos, tales como antidepresivos o medicamentos para dormir.
Organízate. Ser desorganizado/a es un signo de estrés, pero también puede generarlo. Las listas de quehaceres ayudan a organizar tu trabajo y tu vida en casa. Clasifica cuáles son las tareas más importantes en casa y en el trabajo, y hazlas primero.
Ayuda a otras personas. Realizar tareas como voluntaria en tu comunidad puede ayudarte a hacer nuevas amistades y sentirte mejor sobre ayudar a otros.
Si no estás seguro de si el estrés es la causa o si has tomado medidas para controlarlo, pero los síntomas continúan, consulta a tu médico. Es posible que tu médico/a quiera buscar otras causas potenciales. O plantéate la posibilidad de ver a un coach psicológico o terapeuta profesional, quien puede ayudarte a identificar las fuentes de tu estrés y aprender nuevas herramientas para enfrentarlo.
Revisa la entrevista de Romina León en MegaPlus aquí.